Rosario Bíblico Cósmico
Rosario Bíblico Cósmico Crístico
El rosario bíblico busca recorrer en la mayor medida posible los misterios del Evangelio, la Buena Noticia de Jesucristo. Hay diferentes formas posibles de rezarlo:
- Una forma de rosario "bíblico" consiste en rezar todos (los 20) misterios del rosario, reemplazando cada Padre Nuestro por una enunciación y meditación del misterio, y cada Ave María por una cita bíblica alusiva al misterio. Es muy conveniente por lo tanto rezar en la introducción y/o al finalizar un Padre Nuestro y un Ave María. Las citas bíblicas ayudan a la meditación centrada en el misterio.
- Otra forma es rezarlo en forma tradicional, agregando la meditación de cada cita bíblica en cada Avemaría.
- O bien usar las citas para meditar cada misterio, leyéndolas al inicio de cada uno
La versión "Cósmica Crística" agrega tres grupos de misterios adicionales: los misterios de misericordia, los misterios vocacionales, o de misión o llamado, y los misterios cósmicos o del Cristo Cósmico. En este caso se rezan 35 misterios (350 citas bíblicas, simples o compuestas).
Los misterios misericordiosos, vocacionales y cósmicos también se pueden rezar aparte, como se reza normalmente el Rosario. En ese caso, personalmente -cuando no hay una conveniencia litúrgica distinta- distribuyo así los misterios:
- Domingo: Gloriosos
- Lunes: Gozosos
- Martes: De Misericordia
- Miércoles: De Misión
- Jueves: Luminosos
- Viernes: Dolorosos
- Sábado: Cósmicos
I - Anunciación, Fiat y Encarnación
Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros
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En el sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a un pueblo de Galilea llamado Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la cada de David, y el nombre de la virgen era María". (Lc 1, 26-27)
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Y el ángel le dijo: "¡Salve, llena de gracia! El Señor está contigo." (Lc 1, 28)
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Ella pensaba qué podían significar estas palabras. Entonces el ángel le dijo: "No temas, María, porque has sido favorecida por Dios." (Lc 1, 29-30)
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He aquí que concebirás y darás a luz un hijo, que tendrá por nombre Jesús. Él será grande y será llamado Hijo del Dios Altísimo..." (Lc 1, 31-32a)
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...y el Señor Dios le dará el trono de David su padre, y presidirá la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin." (Lc 1, 32b-33)
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Entonces María dijo al ángel: "¿Cómo podrá ocurrir esto, si no tengo relaciones con ningún hombre?" (Lc 1, 34)
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Y el ángel le respondió: "El Espíritu Santo descenderá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra." (Lc 1, 35a)
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"Y el niño que nacerá será llamado santo, el Hijo de Dios." (Lc 1, 35b)
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"He aquí que Isabel, tu parienta, también ha concebido un hijo en su ancianidad, y ya está en el sexto mes de su embarazo aquella que fue llamada estéril, porque nada es imposible para Dios." (Lc 1, 36-37)
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María dijo: "He aquí la esclava del Señor. Que se haga en mí según has dicho." Entonces el ángel se alejó de ella. (Lc 1, 38)
II - Visitación
María realiza la primera procesión eucarística, y nos trae a Jesús
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En esos días, María se puso en camino por los cerros rápidamente a un pueblo de Juda, donde entró a la casa de Zacarías y saludó a Isabel". (Lc 1, 39-40)
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Cuando Isabel oyó el saludo de María, el niño saltó en su seno. (Lc 1, 41a)
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E Isabel, llena del Espíritu Santo, clamó en alta voz diciendo: "Tú eres la más bendita entre las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre." (Lc 1, 41b-42)
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"¿Cómo es esto, que la madre de mi Señor viene a verme? Porque en el momento en que el sonido de tu saludo llegó a mis oídos, el niño en mi vientre saltó de alegría." (Lc 1, 43-44)
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"Bendita eres tú, que has creído que lo que se te ha dicho de parte del Señor, se cumplirá." (Lc 1, 45)
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Y María dijo: "Mi alma proclama la grandeza del Señor, y mi espíritu se alegra en Dios mi salvador." (Lc 1, 46-47)
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"Porque Él se ha fijado en la pequeñez de su esclava; me llamarán feliz todas las generaciones." (Lc 1, 48)
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"El Todo Poderoso ha hecho cosas grandes por mí, y su Nombre es santo" (Lc 1, 49)
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"Su misericordia llega a sus fieles de generación en generación." (Lc 1, 50)
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"A los pobres los colma de bienes, y despide a los ricos con las manos vacías." (Lc 1, 53)
III - Nacimiento
Y el Rey del Universo nació en un humilde pesebre
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Y también José salió de Galilea... a la ciudad de David llamada Belén,... para ser censado con María, su desposada, que estaba encinta. (Lc 2, 4-5)
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...y dio a luz a su primogénito. Lo envolvió en pañales y lo recostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en la posada. (Lc 2, 7)
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Había en aquella región pastores que vivían en los campos y vigilaban durante la noche a su rebaño. El ángel del Señor se les apareció, y la gloria del Señor resplandeció sobre ellos,...(Lc 2, 8-9)
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Y el ángel les dijo: "No teman, porque he aquí que les proclamo una buena nueva de gran gozo para toda la gente. Porque hoy, en la ciudad de David, un Salvador les ha nacido, que es Mesías y Señor." (Lc 2, 10-11)
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"Y esta será la señal: encontrarán a un niño envuelto en pañales, recostado en un pesebre." (Lc 2, 12)
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Y repentinamente apareció una multitud del ejército celestical con el ángel, alabando a Dios y diciendo: "Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz a los hombres favorecidos por Él." (Lc 2, 13-14)
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Cuando vieron esto, les hicieron conocer el mensaje que les había sido dicho sobre este niño... Y María conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón. (Lc 2, 17,19)
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...Llegaron unos magos venidos del Este a Jerusalén, diciendo: “¿Dónde está el Rey de los judíos que acaba de nacer? Vimos su estrella elevándose, y hemos venido a rendirle homenaje." (Mt 2, 1b-2)
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...Y entrando a la casa, vieron al niño con María su madre. Se postraron y le rindieron honor. (Mt 2, 11a)
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Entonces abrieron sus tesoros y le ofrecieron dones de oro, incienso y mirra. (Mt 2, 11b)
IV - Presentación en el templo
Señor, puedes dejar a tu siervo irse en paz, porque mis ojos han visto a Jesús
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Cuando llegó el día de la purificación de María... tomaron al niño a Jerusalén, para presentarlo al Señor,...(Lc 2, 22)
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...y para ofrecer como sacrificio un par de pichones, de acuerdo a los dictados de la ley del Señor. (Lc 2, 24)
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Había en Jerusalén un hombre de nombre Simeón... y el Espíritu Santo estaba sobre él. El Espíritu Santo le había revelado que no moriría antes de haber visto al Mesías del Señor. (Lc 2, 25-26)
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Fue al templo inspirado por el Espíritu, y cuando sus padres trajeron al niño Jesús... él lo tomó en sus brazos y bendecía a Dios,...(Lc 2, 27-28)
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"Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz, porque mis ojos han visto tu salvación,..." (Lc 2, 29-30)
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"[La salvación] que preparaste ante todos los pueblos, luz para alumbrar a los paganos, y gloria de tu pueblo Israel." (Lc 2, 31-32)
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...y Simeón los bendijo y dijo a María su madre: "He aquí que este niño está destinado para la caída y la elevación de muchos en Israel, y para ser signo de contradicción..." (Lc 2, 34)
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"(Y a ti misma una espada herirá tu corazón) de manera que sean expuestos los pensamientos de muchos corazones." (Lc 2, 35)
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También había allí una profetisa, Ana,... ella daba gracias a Dios y hablaba del niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén. (Lc 2, 36a,38)
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El niño crecía y se fortalecía, lleno de sabiduría; y el favor de Dios estaba sobre Él. (Lc 2, 40)
V - Jesús perdido y hallado en el Templo
Todo ocurre por un propósito, que es encontrarnos con Jesús, que tiene como misión absorbente llevarnos a todos al Padre
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Cada año sus padres iban a Jerusalén para la fiesta de la Pascua, y cuando el niño tenía doce años, subieron de acuerdo a su costumbre. (Lc 2, 41-42)
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Luego de haber completado su estadía, mientras volvían, el niño Jesús permaneció en Jerusalén, sin que sus padres lo supieran. (Lc 2, 43)
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Pensando que estaba en la caravana, avanzaron un día con ella, y lo buscaban entre sus parientes y conocidos, pero al no encontrarlo, volvieron a Jerusalén para buscarlo. (Lc 2, 44-45)
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Luego de tres días, lo encontraron en el templo, sentado en el medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas,...(Lc 2, 46)
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...y todos los que lo escuchaban estaban asombrados por su sabiduría y sus respuestas. Cuando sus padres lo vieron, estaban admirados,...(Lc 2, 47-48a)
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...y su madre le dijo: "Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Tu padre y yo hemos estado buscándote con gran ansiedad." (Lc 2, 48b)
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Y Él les dijo: "¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que debo estar en la casa de mi Padre?" (Lc 2, 49)
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Pero ellos no entendieron lo que Él les decía. Jesús fue con ellos y volvió a Nazaret, y permanecía sujeto a ellos;...(Lc 2, 50-51a)
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...y su Madre mantenía todas estas cosas en su corazón. (Lc 2, 51b)
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Y Jesús crecía en sabiduría y edad, y en favor delante de Dios y de los hombres. (Lc 2, 52)
I - Bautismo de Jesús
El Padre le manifiesta a Jesús y a la multitud su misión de Hijo predilecto
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Juan el Bautista proclamaba a las multitudes: "Soy la voz del que clama en el desierto, enderecen los caminos para el Señor." (Jn 1, 23)
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Después de mí viene el que es más poderoso que yo, y yo no soy digno de desatar la correa de sus sandalias. (Mc 1, 7)
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Yo bautizo con agua para el arrepentimiento de los pecados . . . Él bautizará con el Espíritu Santo y con fuego. (Mt 3, 11)
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Juan vio venir a Jesús hacia él y proclamó: "¡He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo!" (Jn 1, 29)
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Jesús vino de Galilea al Jordán para ser bautizado por Juan. (Mt 3, 13)
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Juan trató de impedirlo, diciendo: "Soy yo el que necesita ser bautizado por ti, ¿y tu vienes a mí?" (Mt 3, 14)
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Jesús le respondió: "Permite que lo haga, porque es conveniente cumplir con toda justicia." (Mt 3, 15)
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Luego de que Jesús fue bautizado, y salió del agua, se abrieron los cielos, y vio al Espíritu de Dios descender como una paloma y posarse sobre Él (Mt 3, 16)
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Y se escuchó una voz de los cielos que decía: "Éste es mi Hijo muy amado, en quien me complazco." (Mt 3, 17)
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Enseguida el Espíritu lo empujó al desierto, y Jesús permaneció en el desierto durante cuarenta días, tentado por Satanás. (Mc 1, 12-13)
II - Manifestación de Jesús en Caná
Por la intercesión de María, Jesús adelanta su hora y manifiesta su poder en favor de una familia
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Había una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí (Jn 2, 1)
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Cuando se acabó en vino, la madre de Jesús le dijo: "No tienen más vino." (Jn 2, 3)
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Y Jesús le dijo: "Mujer, ¿y eso cómo me concierne? Todavía no ha llegado mi hora." (Jn 2, 4)
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Su Madre dijo a los servidores: "Hagan todo lo que Él les diga." (Jn 2, 5)
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Había allí seis jarrones de piedra para el agua, para el lavado ceremonial judío, cada uno con una capacidad para unos ciento cincuenta litros. (Jn 2, 6)
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Jesús les dijo: "Llenen las tinajas con agua". Ellos las llenaron hasta el borde. (Jn 2, 7)
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Luego les dijo: "Lleven un poco de ella al encargado." (Jn 2, 8)
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Y cuando el encargado probó el agua que se había convertido en vino, sin saber de dónde provenía, llamó al novio (Jn 2, 9)
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Le dijo: "Todos sirven el mejor vino primero, y luego, cuando la gente ya ha tomado bastante, sirven uno de inferior calidad; pero tú has guardado el buen vino hasta ahora." (Jn 2, 10)
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Jesús hizo esto al comienzo de sus signos en Caná de Galilea, y así reveló su gloria, y sus discípulos comenzaron a creer en Él. (Jn 2, 11)
III - Anuncio del Reino de Cristo
Jesús anuncia su Reino: de perdón, salvación, sanación y justicia
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Luego del arresto de Juan, Jesús vino a Galilea proclamando la buena noticia de Dios (Mc 1, 14)
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En Él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres; la luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la vencieron. (Jn 1, 4-5)
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Jesús dijo: "El tiempo se ha cumplido, y el Reino de Dios está cerca; arrepiéntanse, y crean en el evangelio." (Mc 1, 15)
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Muchos se amontonaban de manera que ya no había espacio para ellos... y Él les predicaba la palabra. (Mc 2, 2)
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Al no poder acercarse a Jesús a causa de la multitud, unos hombres abrieron una parte del techo sobre Él. Luego, a través de él, bajaron una camilla en la que yacía un paralítico. (Mc 2, 4)
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"¿Qué es más fácil, decir al paralítico 'Tus pecados te son perdonados' o decir 'Levántate, toma tu camilla y anda'?'" (Mc 2, 9)
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Para que conozcan que el Hijo del Hombre tiene autoridad para perdonar los pecados en la tierra -dijo al paralítico- "Yo te lo dijo, levántate, toma tu camilla y ve a tu casa." (Mc 2, 10-11)
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Y Jesús llamó a sus doce discípulos y les dio autoridad sobre los espíritus impuros, para expulsarlos, y para sanar toda enfermedad y debilidad. (Mt 10, 1)
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Jesús envió a los doce luego de instruirlos para que proclamen: "El Reino de los cielos está cerca." (cf. Mt 10, 5.7)
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Jesús sopló sobre ellos y les dijo: "Reciban el Espíritu Santo. Los pecados que ustedes perdonen, serán perdonados, y los que retengan, serán retenidos." (Jn 20, 22-23)
IV - Transfiguración en el monte Tabor
Jesucristo muestra su gloria, mostrándose con su futuro cuerpo resucitado
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Jesús tomó con Él a Pedro, Santiago y Juan, y subió a la montaña para orar. (Lc 9, 28)
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Y Jesús se transfiguró delante de ellos, y su rostro brillaba como el sol, y sus vestimentas se volvieron blancas como la luz (Mt 17, 2). Dios es luz, y no hay oscuridad en Él (1 Jn 1, 5b)
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Y he aquí que se les aparecieron Moisés y Elías, hablando con Él (Mt 17, 3)
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Hablaban del camino que Jesús iba a cumplir hacia Jerusalén. (Lc 9, 31)
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Entonces Pedro dijo a Jesús: "Señor, qué bien estamos aquí. Si quieres, haremos tres carpas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías." (Mt 17, 4)
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Cuando hubo dicho esto, una nube los cubrió; y se atemorizaron (Lc 9, 34)
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Entonces se escuchó una voz desde la nube que dijo: "Éste es mi Hijo Elejido; escúchenlo." (Lc 9, 35)
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Entonces miraron alrededor, y ya no vieron a nadie excepto a Jesús solo con ellos. (Mc 9, 8)
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Cuando bajaban de la montaña, Jesús les dijo que no contaran a nadie lo que habían visto, hasta que el Hijo del Hombre fuera elevado de entre los muertos (Mc 9, 9)
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Entonces lo mantuvieron en secreto, preguntándose qué significaría elevarse de entre los muertos (Mc 9, 10)
V - Institución de la Eucaristía y Lavado de los Pies
Jesús nos deja su Presencia permanente, y su mandato de servir
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El primer día de la fiesta de los Panes Ácimos, los discípulos se aproximaron a Jesús y le dijeron: "¿Dónde quieres que preparemos la celebración de la Pascua?" (Mt 26, 17)
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Jesús dijo: "Vayan a la ciudad a tal hombre y díganle que el maestro dice: 'Mi hora ha llegado; en tu casa celebraré la Pascua con mis discípulos.'" (Mt 26, 18)
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Cuando llegó la hora, tomó su lugar en la mesa con los apóstoles. Les dijo: "He deseado ardientemente comer esta Pascua con ustedes antes de mi pasión." (Lc 22, 14-15)
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Y mientras estaban comiendo, dijo: "En verdad les digo, que uno de ustedes me traicionará." Entonces Judas, el traidor, le dijo: "¿Seguramente no soy yo, Maestro?" (Mt 26, 21.25)
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Mientras estaban comiendo, Jesús tomó el pán, lo bendijo, lo partió, y dándolo a sus discípulos dijo: "Tomen y coman; éste es mi cuerpo." (Mt 26, 26)
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Luego tomó la copa, dio gracias, y se las dio, diciendo: "Beban de ella, porque ésta es mi sangre, sangre de la nueva alianza, que será derramada por una multitud para el perdón de los pecados." (Mt 26, 27-28)
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Cada vez que comen de este pan, y beben de esta copa, anuncian la muerte del Señor hasta que Él venga. (1 Cor 11, 26)
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"Yo soy el pan vivo bajado del cielo; quien coma de este pan vivirá para siempre, y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo." (Jn 6, 51)
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El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. (Jn 6, 54)
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Ustedes me llaman Maestro y Señor, y dicen bien, porque lo soy. Pues si Yo, que soy Señor y Maestro, les he lavado los pies, ustedes también deben lavarse los pies unos a otros. Les he dado ejemplo para que hagan lo mismo. (Jn 13, 13-15)
I - Oración y agonía en el Huerto
Jesús asume y acepta cargar sobre sí todos los pecados de todos los hombres de la historia, desde los odios más absolutos hasta la indiferencia de Caín
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Entonces salió hacia el Monte de los Olivos, como era su costumbre, y los discípulos lo siguieron. (Lc 22, 39)
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Cuando llegó al lugar, les dijo: "Oren para no caer en la prueba." (Lc 22, 40)
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Entonces les dijo: "Mi alma está triste hasta la muerte. Permanezcan aquí y vigilen conmigo." (Lc 26, 38)
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Jesús oraba diciendo: "Padre, si quieres, quita esta copa de mí; pero que no se haga mi voluntad sino la tuya." (Lc 22, 42)
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Y un ángel del cielo se apareció para fortalecerlo. (Lc 22, 43)
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Estaba en tal agonía y oraba tan fervientemente, que su sudor se hizo como gotas de sangre que caían al suelo. (Lc 22, 44)
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Cuando se levantó de la oración, ...les dijo: "¿Por qué están durmiendo? Levántense y oren, para que no caigan en la prueba." (Lc 22, 45-46)
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...una multitud se aproximó y...[Judas] fue hacia Jesús y lo besó. Jesús le dijo: "Judas, ¿con un beso traicionas al Hijo del Hombre?" (Lc 22, 47-48)
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Jesús dijo..."¿Han venido como contra un ladrón, con espadas y palos? Día tras día estuve con ustedes en el templo, y no me detuvieron;..." (Lc 22, 52-53)
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Luego de arrestarlo, lo llevaron a la casa del sumo sacerdote; Pedro los seguía a la distancia. (Lc 22, 54)
II - Flagelación
Nuestro Señor es torturado y flagelado sin oponer resistencia, hasta más allá de los límites de un ser humano
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Al llegar la mañana,... se reunió todo el Sanedrín. Ataron a Jesús, lo sacaron fuera, y lo entregaron a Pilatos. (Mc 15, 1)
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Pilatos lo interrogó: "¿Eres tú el Rey de los Judíos?" Jesús le respondió: "Tú lo dices" (Mc 15, 2)
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El sumo sacerdote lo acusaba de muchas cosas. Nuevamente Pilatos lo interrogó: "¿No respondes? Ve de cuántas cosas te están acusando." (Mc 15, 3-4)
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Jesús no le dio más respuestas, y Pilatos estaba asombrado. (Mc 15, 5)
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Con ocasión de la fiesta, era costumbre liberar un prisionero de los judíos, según su pedido. En prisión estaba un hombre llamado Barrabás, junto con otros rebeldes que habían cometido asesinatos...(Mc 15, 6-7)
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Pilatos les dijo: "Quieren que les libere al Rey de los Judíos?" Porque sabía que él había sido entregado por los sacerdotes por envidia. (Mc 15, 9-10)
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Pero los sacerdotes indujeron a la multitud a pedir que fuera liberado Barrabás en lugar de Jesús. (Mc 15, 11)
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Pilatos les dijo nuevamente: "Entonces, ¿qué quieren que haga con el hombre que llaman el Rey de los Judíos?" Ellos gritaron nuevamente: "¡Crucifícalo!". (Mc 15, 12-13)
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Pilatos les dijo: "¿Por qué? ¿Qué mal ha hecho?" Ellos gritaban más fuerte: "¡Crucifícalo!" (Mc 15, 14)
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Entonces Pilatos, queriendo contentar a la multitud, les liberó a Barrabás, y luego de hacer flagelar a Jesús, lo entregó para ser crucificado. (Mc 15, 15)
III - Coronación de espinas, palazos y escupitajos
Jesús soporta por amor toda clase de humillaciones, insultos y vejaciones
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Jesús respondió: "Mi Reino no es de este mundo. Si mi Reino fuera de este mundo, mis partidarios estarían luchando para evitar que fuera entregado..." (Jn 18, 36)
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Entonces Pilatos le dijo: "¿Entonces eres Rey?". Jesús respondió: "Tú lo dices, soy Rey. Para esto he nacido... para ser testigo de la verdad." (Jn 18, 37a)
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"Todo el que pertenece a la verdad, escucha mi voz". Pilatos le dijo: "¿Qué es la verdad?" (Jn 18, 37b-38b)
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Entonces los soldados del gobernador llevaron a Jesús al pretorio, y juntaron a toda la guardia a su alrededor. (Mt 27, 27)
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Le quitaron sus vestiduras y le pusieron un manto rojo militar sobre sus hombros. (Mt 27, 28)
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Tejieron una corona de espinas, y la pusieron en su cabeza, y le colocaron una caña en su mano derecha. (Mt 27,29a)
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Y arrodillándose delante de él, se burlaban, diciendo: "¡Salve, Rey de los Judíos!" (Mt 27, 29b)
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Lo escupían, y tomando la caña le pegaban repetidamente en la cabeza. (Mt 27, 30)
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Le pegaban repetidamente en la cabeza con una caña y lo escupían, y se arrodillaban ante él simulando pleitesía. (Mc 15, 19)
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Hicieron salir a Jesús, con la corona de espinas y el manto púrpura. Y Pilatos dijo a la gente: "¡He aquí el hombre!" (Ecce homo) (Jn 19, 5)
IV - Camino de la Cruz
Jesús, torturado y al borde de sus fuerzas, se abraza a la Cruz y la lleva hacia el Gólgota
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Y luego de haberse burlado de Él, le quitaron el manto, lo vistieron con sus propias ropas, y lo llevaron a crucificar. (Mt 27, 31)
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Mientras lo llevaban, obligaron a un tal Simón, un cireneo,... y luego de cargarle la cruz, lo hicieron llevarla detrás de Jesús. (Lc 23, 26)
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Una gran multitud seguía a Jesús, incluyendo muchas mujeres que lloraban y se lamentaban por Él. (Lc 23, 27)
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Jesús se volvió a ellas y dijo: "Hijas de Jerusalén, no lloren por mi; lloren en cambio por ustedes y por sus hijos,..." (Lc 23, 28)
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"...porque, realmente, vienen los días en los que la gente dirá: 'Benditas las estériles, los vientres que nunca engendraron y los pechos que nunca criaron.'" (Lc 23, 29)
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"En ese tiempo la gente dirá a las montañas: '¡Caigan sobre nosotros!' y a las colinas '¡Cúbrannos!'" (Lc 23, 20)
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"...porque si estas cosas se han hecho con la madera verde, ¿qué ocurrirá con la seca?" (Lc 23, 31)
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Otros dos reos, ambos criminales, eran llevados con él para ser ejecutados. (Lc 23, 32)
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Y cuando llegaron a un lugar llamado Gólgota (que significa Lugar de la Calavera), le dieron a Jesús vino mezclado con vinagre para beber... (Mt 27, 33-34a)
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...Pero luego de probarlo, se negó a beberlo. (Mt 27, 34b)
V - Crucifixión, salvación y entrada en la Gloria
Jesús es crucificado, muere en la cruz, consiguiéndonos la redención de nuestros pecados y la reconciliación con el Padre, y entra en la Gloria
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Cuando llegaron al lugar llamado de la Calavera, lo crucificaron a Él y a los criminales, uno a su derecha, y el otro a su izquierda. (Lc 23, 33)
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[Entonces Jesús dijo: "Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen."] (Lc 23, 34)
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..."Jesús, acuérdate de mí cuando entres en tu Reino." Él le respondió: "En verdad te digo, hoy estarás conmigo en el Paraíso." (Lc 23, 42-43)
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Luego de que los soldados crucificaron a Jesús, tomaron sus ropas...También tomaron su túnica, pero la túnica no tenía costura,..."No la desgarremos, sino juguémosla entre nosotros para ver quién se la queda,"...(Jn 19, 23-24)
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Cuando Jesús vio a su madre y al discípulo que Él amaba, le dijo a su madre: "Mujer, ahí tienes a tu hijo." Luego dijo al discípulo: "He aquí a tu madre." (Jn 19, 26-27)
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Alrededor de las tres de la tarde, Jesús gritó en alta voz: "Eli, Eli, ¿lema sabachthani?" que significa: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?" (Mt 27, 46)
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Luego de esto, conciente de que todo había terminado, para que se cumpla la escritura, Jesús dijo: "Tengo sed." (Jn 19, 28)
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Cuando Jesús hubo tomado el vino, dijo: "Todo ha terminado." (Jn 19, 30)
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Jesús gritó en alta voz: "Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu"; y habiendo dicho esto, expiró. (Lc 23, 46)
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...Un soldado lo hirió con su lanza en el costado, e inmediatamente brotaron sangre y agua. (Jn 19, 34)
I - Resurrección de Jesús
Jesús resucita al tercer día según lo había anunciado, mostrando que la muerte y el pecado han sido vencidos
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A la madrugada del primer día de la semana, tomaron los ungüentos que habían preparado y fueron hasta la tumba. (Lc 24, 1)
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Encontraron la piedra desplazada fuera de la tumba; pero cuando entraron, no encontraron el cuerpo del Señor Jesús. (Lc 24, 2-3)
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"¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo? No está aquí, ha resucitado." (Lc 24, 5b-6a)
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María de Magdala fue a anunciar a los discípulos: "He visto al Señor,"...(Jn 20, 18)
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Al atardecer ese mismo primer día de la semana,...Jesús apareció y se puso en medio de ellos, y les dijo: "La Paz esté con ustedes." (Jn 20, 19)
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...Sopló sobre ellos y les dijo: "Reciban el Espíritu Santo. Aquellos a los que ustedes perdonen sus pecados, serán perdonados, y a los que se los retengan, serán retenidos." (Jn 20, 22-23)
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Ese mismo día, dos de ellos estaban yendo a una villa a 11 kilómetros de Jerusalén llamada Emaús... El mismo Jesús se les apareció y caminó con ellos. (Lc 24, 13,15)
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Entonces, comenzando con Moisés y todos los profetas, les interpretó lo que se refería a Él en todas las escrituras. (Lc 24, 27)
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Una semana después...dijo a Tomás: "...no seas incrédulo, sino ten fe." Tomás contestó diciendo: "¡Señor mío y Dios mío!" (Jn 20, 26-28)
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Después de esto, se les apareció a más de quinientos hermanos de una sola vez,...Luego se le apareció a Santiago, luego a todos los apóstoles. Por último,... se me apareció a mí [Pablo]. (1 Cor 15, 6-8)
II - Ascensión de Jesús
Finalizadas sus apariciones a los discípulos, Jesucristo 'completa' su resurrección elevándose al cielo, con su promesa del Espíritu y de estar siempre con su Iglesia
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Se les presentó viviente y les dio muchas pruebas de que vivía, luego de lo que había sufrido, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándole del Reino de Dios. (Hech 1, 3)
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Los once discípulos fueron a Galilea, a la montaña donde Jesús les había ordenado ir. Cuando lo vieron, lo adoraron, pero algunos todavía dudaron. (Mt 28, 16-17)
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Entonces Jesús se les acercó y les dijo: "Se me ha dado todo poder en la tierra y en el cielo." (Mt 28, 18)
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"Vayan y hagan discípulos míos en todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a observar todo lo que les he mandado." (Mt 28, 19-20a)
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"Y he aquí que estaré siempre con ustedes, hasta el fin de los tiempos." (Mt 28, 20b)
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"Ustedes recibirán el poder cuando baje el Espíritu Santo sobre ustedes, y serán mis testigos en Jerusalén,... y hasta los confines de la tierra." (Hech 1, 8)
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Entonces los guió hasta Betania, elevó sus manos, y los bendijo. (Lc 24, 50)
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Mientras los bendecía, partió de ellos y fue elevado al cielo. (Lc 24, 51)...y se sentó a la derecha de Dios. (Mc 16, 19b)
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Mientras ellos miraban al cielo mientras Él ascendía, aparecieron dos hombres vestidos de blanco ante ellos. Les dijeron: "Hombres de Galilea, ¿por qué están parados mirando al cielo?" (Hech 1, 10-11a)
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"Este Jesús que les ha sido llevado al cielo, volverá de la misma manera en que lo vieron subir al cielo." (Hech 1, 11b)
III - Venida del Espíritu Santo
El Espíritu desciende sobre María Santísima y los Apóstoles, y les da poder y los transforma
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Cuando llegó el tiempo de Pentecostés, estaban todos orando juntos en un mismo lugar. (Hech 2, 1)
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Y repentinamente escucharon un ruido del cielo como un fuerte viento, que llenó toda la casa en la que se encontraban. (Hech 2, 2)
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Entonces aparecieron como lenguas de fuego, que se repartieron y posaron sobre cada uno de ellos. (Hech 2, 3)
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Y todos quedaron llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en diferentes lenguas, según el Espíritu los capacitaba para anunciar [proclamar]. (Hech 2, 4)
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Ante este ruido, se reunió una gran multitud, pero estaban confundidos porque cada uno los escuchaba hablar en su propia lengua. (Hech 2, 6)
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"Esto es lo que fue anunciado a través del profeta Joel: 'Esto pasará en los últimos días', dice Dios, 'infundiré una porción de mi espíritu sobre toda carne.'" (Hech 2, 16-18a citando Joel 3, 1)
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"Que toda la casa de Israel conozca con certeza que Dios lo ha hecho Señor y Mesías, a este Jesús a quienes ustedes crucificaron." (Hech 2, 36)
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Pedro les dijo: "Arrepiéntanse y bautícense, cada uno de ustedes, en el nombre de Jesucristo, para el perdón de sus pecados; y recibirán el don del Espíritu Santo."(Hech 2, 38)
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Y testificaba con muchos otros argumentos, y los exhortaba: "Sálvense, en medio de esta generación corrupta." (Hech 2, 40)
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Aquellos que aceptaron su mensaje se bautizaron, y se les unieron alrededor de tres mil personas ese día. (Hech 2, 41)
IV - Resurrección y Asunción de María Santísima
María se "duerme" pacíficamente en el Señor, y es resucitada y asunta al cielo
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Él me hace participar de su banquete, y su emblema sobre mí es amor. (Cant 2, 4)
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..."¡Levántate, mi amado, mi bello, y ven! Porque, mira, el invierno ha pasado, y las lluvias se han ido." (Cant 2, 10-11)
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Tú eres todo hermoso, mi amado, y no hay sombra en ti. (Cant 4, 7)
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Más gracia tienes tú que los hijos de los hombres; la gracia es derramada sobre tus labios; así Dios te ha bendecido para siempre. (Sal 45, 3)
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...sus vestiduras están tejidas con hebras de oro. En labrado atavío se presenta ante el rey;...(Sal 45, 14-15)
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Cantaré los favores del Señor por siempre; a través de todas las generaciones mi boca proclamará su fidelidad. (Sal 89, 2)
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"Si me voy y preparo un lugar para ustedes, volveré y los tomaré conmigo, para que ustedes también estén donde Yo estoy." (Jn 14, 3)
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Por lo tanto aproximémonos confiadamente al trono de gracia para recibir la misericordia y encontrar gracia para una ayuda oportuna. (Heb 4, 16)
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Desde ahora me espera la corona de rectitud, que el Señor, justo juez, me otorgará en ese día, y no sólo a mí, sino a todos los que han esperado su aparición. (2 Tim 4, 8)
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En el momento presente vemos indistintamente, como en un espejo, pero entonces veremos cara a cara. En el presente conozco parcialmente; entonces conoceremos plenamente, tal como soy conocido. (1 Cor 13, 12)
V - María coronada como Reina de todo lo creado
Como Madre del Rey -espiritual y corporalmente-, como la creatura que más perfectamente cumplió la misión divina, como Maestra en la fe, Ella es coronada Reina
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"Pondré enemistad entre tú y la mujer, y entre tu descendencia y la suya;..." (Gén 3, 15a)
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..."Bendita eres, hija, por el Dios Altísimo, sobre todas las mujeres de la tierra;..." (Jdt 13, 18)
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...todos unánimemente la bendecían diciendo: "Tú eres la gloria de Jerusalén, el gozo mayor de Israel; Tú eres el orgullo espléndido de tu pueblo." (Jdt 15, 9)
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Apareció un gran signo en el cielo, una mujer vestida de sol, con la luna bajo sus pies, y en su cabeza una corona de doce estrellas...(Apoc 12, 1)
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Habité en las alturas celestiales, puse mi trono en un pilar de nube. (Sir 24, 4)
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Antes de todos los tiempos, en el principio, Él me creó, y a través de todas las eras, no ceso de existir. (Sir 14, 9)
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Porque estas leves aflicciones momentáneas están produciendo para nosotros un pesado caudal eterno de gloria sin comparación alguna,...(Cor 4, 17)
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..."Mi Madre y mis hermanos son los que escuchan la palabra de Dios y la practican." (Lc 8, 21)
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¡Mis hijos, por quienes trabajo hasta que Cristo sea formado en ustedes! (Gal 4, 19)
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Queridos, somos ahora los hijos de Dios, y lo que será, no ha sido aún revelado. Sí sabemos que cuando sea revelado, seremos como Él, porque lo veremos tal como es. (1 Jn 3, 2)
I – El Padre Misericordioso y el hijo pródigo
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“Jesús dijo: «Un hombre tenía dos hijos, y el menor de ellos dijo al padre: "Padre, dame la parte de la hacienda que me corresponde." Y él les repartió la hacienda.»” (Lucas 15, 11-12)
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«Cuando hubo gastado todo, sobrevino un hambre extrema en aquel país, y comenzó a pasar necesidad. Y entrando en sí mismo, dijo: "¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen pan en abundancia, mientras que yo aquí me muero de hambre! Me levantaré, iré a mi padre y le diré: Padre, pequé contra el cielo y ante ti. Ya no merezco ser llamado hijo tuyo, trátame como a uno de tus jornaleros." (Lucas 15, 14.17-19)
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“Y, levantándose, partió hacia su padre. Estando él todavía lejos, le vió su padre y, conmovido, corrió, se echó a su cuello y le besó efusivamente.” (Lucas 15, 20)
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“El hijo le dijo: «Padre, pequé contra el cielo y ante ti; ya no merezco ser llamado hijo tuyo».” (Lucas 15, 21)
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“Pero el padre dijo a sus siervos: «Traigan rápido el mejor vestido y vístanlo, pónganle un anillo en su mano y unas sandalias en los pies»” (Lucas 15, 22)
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“Y les dijo el padre: «Traigan el novillo cebado, mátenlo, y comamos y celebremos una fiesta, porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido hallado». Y comenzaron la fiesta” (Lucas 15, 23-24)
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“El hijo mayor estaba en el campo y, al volver, al acercarse a la casa, oyó la música y las danzas. [Un criado] le dijo: «Ha vuelto tu hermano y tu padre ha matado el novillo cebado, porque le ha recobrado sano.»” (Lucas 15, 25.27)
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“El [hijo mayor] se irritó y no quería entrar. Salió su padre, y le suplicaba que entrara.” (Lucas 15, 28)
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“El [hijo mayor] replicó al padre: «¡Ahora que ha venido ese hijo tuyo, que ha devorado tu herencia con prostitutas, has matado para él el novillo cebado!»” (Lucas 15, 30)
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“El padre le dijo: «Hijo, tú siempre estás conmigo, y todo lo mío es tuyo; pero convenía celebrar una fiesta y alegrarse, porque este hermano tuyo estaba muerto, y ha vuelto a la vida; estaba perdido, y ha sido encontrado»” (Lucas 15, 31-32)
II – La oveja perdida
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“Todos los publicanos y los pecadores se acercaban a Jesús para oírlo” (Lucas 15, 1)
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“Los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: «Éste acoge a los pecadores y come con ellos» (Lucas 15, 2)
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“Jesús dijo: «¿Quién de ustedes que tiene cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las 99 en el desierto, y va a buscar la que se perdió hasta que la encuentra?»” (Lucas 15, 4)
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«Y cuando encuentra a la oveja perdida, la pone contento sobre sus hombros» (Lucas 15, 5)
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«Y llegando a la casa, convoca a los amigos y vecinos, y les dice: “Alégrense conmigo, porque he hallado la oveja que se me había perdido”» (Lucas 15, 6)
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«Les digo que, de igual modo, habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierte, que por 99 justos que no tienen necesidad de conversión» (Lucas 15, 7)
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«¿Qué mujer que tiene diez dracmas, si pierde una, no enciende una lámpara y barre la casa y busca cuidadoseamente hasta que la encuentra?» (Lucas 15, 8)
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“Y cuando la encuentra, convoca a las amigas y vecinas, y dice: «Alégrense conmigo, porque he hallado la dracma que había perdido»” (Lucas 15, 9)
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«Del mismo modo, les digo, se produce alegría ante los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierte» (Lucas 15, 10)
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“Yo soy el Buen Pastor, y conozco a mis ovejas, y mis ovejas me conocen a mí, como me conoce el Padre y yo conozco a mi Padre, y doy mi vida por las ovejas” (Juan 10, 14-15)
III – Parábola del buen samaritano
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“Jesús preguntó al doctor de la ley: «¿Qué está escrito en la Ley?» Él respondió: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas, y con toda tu mente, y a tu prójimo como a tí mismo»” (Lucas 10, 26-27)
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“Jesús le dijo: «Haz respondido bien. Haz eso y vivirás»” (Lucas 10, 28)
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“Jesús dijo: «Bajaba un hombre de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de salteadores que, después de despojarlo y golpearlo, se fueron dejándolo medio muerto» (Lucas 10, 30)
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“Bajaba por aquel camino un sacerdote, y, al verlo, lo evitó dando un rodeo” (Lucas 10, 31)
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“De igual modo, un levita que pasaba por aquél sitio lo vio y lo esquivó dando un rodeo” (Lucas 10, 32)
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“Pero un samaritano que iba de camino llegó junto a él, y al verlo tuvo compasión” (Lucas 10, 33)
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“Acercándose, vendó sus heridas, echando en ellas aceite y vino; y montándolo sobre su propia cabalgadura, lo llevó a una posada y cuidó de él” (Lucas 10, 34)
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“Al día siguiente, sacando dos denarios, se los dio al posadero y le dijo: «Cuida de él, y, si gastas algo más, te lo pagaré cuando vuelva»” (Lucas 10, 35)
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“¿Quién de estos tres te parece que fue prójimo del que cayó en manos de los salteadores?” El doctor de la ley dijo: “El que practicó la miseriordia con Él” (Lucas 10, 36-37a)
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“Jesús le dijo: «Vé y haz tú lo mismo»” (Lucas 10, 37b)
IV - Perdón a la mujer adúltera
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“Los escribas y fariseos llevaron a una mujer sorprendida en adulterio ante Jesús, la pusieron en el medio, y le dijeron: «Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. Moisés nos mandó en la Ley apedrear a estas mujers. ¿Tú qué dices?»” (Juan 8, 3-5)
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“Jesús, inclinándose, se puso a escribir con el dedo en la tierra” (Juan 8, 6b)
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“Como ellos insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo: «Aquél de ustedes que esté sin pecado, que le arroje la primera piedra»” (Juan 8, 7)
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“Inclinándose de nuevo, escribía en la tierra. Ellos, al oír estas palabras, se iban retirando uno tras otro, comenzando por los más viejos; y se quedó solo Jesús con la mujer, que seguía en el medio” (Juan 8, 8-9)
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“Incorporándose Jesús le dijo: «Mujer, ¿dónde están tus acusadores? ¿Nadie te ha condenado?». Ella respondió «Nadie, Señor»” (Juan 8, 10-11a)
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“Jesús le dijo: «Tampoco yo te condeno. Vete, y en adelante no peques más»” (Juan 8, 11b)
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“No juzguen, y no serán juzgados; porque como juzguen, serán juzgados” (Mateo 7, 1-2)
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“Pero tú: ¿por qué juzgas a tu hermano? Y tú, ¿por qué desprecias a tu hermano? Cada uno de ustedes dará cuenta de sí mismo a Dios. Dejemos por lo tanto de juzgarnos los unos a los otros” (Romanos 14, 10a.12.13a)
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“Jesús dijo: «El Padre no juzga a nadie; sino que todo juicio lo ha entregaod al Hijo» (Juan 5, 22) Y «si alguno oye mis palabras y no las guarda, yo no lo juzgo, porque no he venido para juzgar al mundo, sino para salvar al mundo»” (Juan 12, 47)
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“Movido a compasión el señor de aquel siervo, lo dejó en libertad y le perdonó la deuda. [Luego] su señor lo mandó llamar y le dijo: «¿No debías tú también compadecerte de tu compañero, del mismo modo que yo me compadecí de ti?» (Mateo 18, 27.32b-33)
V - Multiplicación de los panes
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“Jesús, al desembarcar, vio mucha gente, sintió compasión de ellos, pues estaban como ovejas que no tienen pastor, y se puso a enseñarles muchas cosas” (Marcos 6, 34)
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“Cuando se hizo una hora muy avanzada, se le acercaron sus discípulos y le dijeron: «El lugar está deshabitado y ya es hora avanzada. Despídelos para que vayan a las aldeas y pueblos del contorno a comprarse de comer». Él les contestó: «Dénles ustedes de comer»” (Marcos 6, 35-37a)
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“Los discípulos le dijeron: «No tenemos aquí más que cinco panes y dos peces». Él les dijo: «Tráiganmelos acá»” (Mateo 14, 17-18)
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“Jesús ordenó a la gente reclinarse sobre la hierba; tomó después los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, pronunció la bendición y, partiendo los panes, se los dio a los discípulos y los discípulos a la gente” (Mateo 14, 19)
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“Y los que habían comido eran unos 5.000 hombres, sin contar mujeres y niños” (Mateo 14, 21)
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“Cuando se saciaron, dijo a sus discípulos: «Recojan los trozos sobrantes para que nada se pierda»” (Juan 6, 12)
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“Los recogieron, pues, y llenaron doce canastos con los trozos de los cinco panes de cebada que sobraron a los que habían comido.” (Juan 6, 13)
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“Al ver la gente la señal que había realizado, decía: «Éste es verdaderamente el profeta que iba a venir al mundo»” (Juan 6, 14)
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“Jesús les dijo: «En verdad, en verdad les digo: ustedes me buscan, no porque han visto señales, sino porque han comido de los panes y se han saciado. Obren, no por el alimento perecedero, sino por el alimento que permanece para la vida eterna, el que les dará el Hijo del hombre, porque a éste es a quien el Padre Dios ha marcado con su sello»” (Juan 6, 26-27)
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“Les dijo Jesús: «Yo soy el pan de vida. En que venga a mí, no tendrá hambre, y el que crea en mí, no tendrá nunca sed. Porque esta es la voluntad de mi PadrE: que todo el que vea al Hijo y crea en Él, tenga vida eterna, y Yo lo resucite el último día»” (Juan 6, 35.40)
-----Misterios de Llamado y Vocación----
I – Parábola del viñador bueno
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“El Reino de los Cielos es semejante a un propietario que salió a primera hora de la mañana a contratar obreros para su viña. Habiendo arreglado con los obreros en un denario al día, los envió a su viña” (Mateo 20, 1-2)
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“Salió luego hacia las nueve de la mañana y al ver a otros que estaban en la plaza parados, les dijo: «Vayan también ustedes a trabajar a mi viña, y les pagaré lo que sea justo»” (Mateo 20, 3-4)
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“Volvió a salir a las doce y a las tres de la tarde, e hizo lo mismo” (Mateo 20, 5b)
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“Todavía salió a eso de las cinco de la tarde y, al encontrar a otros que estaban allí, les dijo: «¿Por qué están aquí todo el día parados?». Ellos le dijeron: «Es que nadie nos ha contratado». Les dijo: «Vayan también ustedes a la viña»” (Mateo 20, 6-7)
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“A llegar las seis de la tarde, dijo el dueño de la viña a su administrador: «Llama a los obreros y págales el jornal, empezando por los últimos hasta los primeros». Vinieron, pues, los que habían ido a las cinco de la tarde, y cobraron un denario cada uno” (Mateo 20, 8-9)
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“Al venir los primeros, pensaron que cobrarían más, pero ellos también cobraron un denario cada uno. Y al cobrarlo, murmuraban contra el propietario, diciendo: «Estos últimos no han trabajado más que una hora, y les pagas como a nosotros, que hemos aguantado el peso del día y el calor»” (Mateo 20, 10-12).
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“Pero el propietario contestó a uno de ellos: «Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No habías arreglado conmigo en un denario? Por mi parte, quiero dar a este último lo mismo que a ti. ¿Va a ser tu ojo malo porque yo soy bueno?»” (Mateo 20, 13.14b.15b)
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“La lámpara del cuerpo es el ojo. Si, por lo tanto, tu ojo está limpio, todo tu cuerpo estará lleno de luz” (Mateo 6, 22)
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“Dichosos los siervos que el Señor al venir encuentre despiertos: yo les aseguro que se ceñirá, los hará ponerse a la mesa y, yendo de uno a otro, los servirá” (Lucas 12, 37)
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“A quien se le dio mucho, se le reclamará mucho; y a quien se confió mucho, se le pedirá más. He venido a arrojar un fuego sobre la tierra, y ¡cuánto desearía que ya estuviera encendido!” (Lucas 12, 48b-49)
II – Parábolas del tesoro en el campo y la perla fina
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“El Reino de los Cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo que, al encontrarlo un hombre, vuelve a esconderlo y, por la alegría que le da, va, vende todo lo que tiene y compra ese campo” (Mateo 13, 44)
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“¡Dichosos los ojos de ustedes, porque ven, y sus oídos, porque oyen! Porque les aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que ustedes ven, pero no lo vieron, y oír lo que ustedes oyen, pero no lo oyeron” (Mateo 13, 16-17)
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“El que fue sembrado en tierra buena, es el que oye la palabra y la comprende: este sí que da fruto y produce, uno ciento, otro sesenta, otro treinta por uno” (Mateo 13, 23)
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“El Reino de los Cielos es semejante a un mercader que anda buscando perlas finas, y que, al encontrar una perla de gran valor, va, vende todo lo que tiene y la compra” (Mateo 13, 45-46)
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“Ustedes no anden buscando qué comer ni qué beber, y no estén inquietos, que por todas esas cosas se afanan los paganos del mundo, y su Padre ya sabe que tienen necesidad d eso. Busquen más bien su Reino, y esas cosas se les darán por añadidura” (Lucas 12, 29-31)
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“Jesús le dijo a otro: «Sígueme». Él respondió: «Déjame ir primero a enterrar a mi padre». Jesús le respondió: «Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú ve a anunciar el Reino de Dios»” (Lucas 9, 59-60)
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“Yo les aseguro: nadie que haya dejado casa, hermanos, hermanas, madre, padre, hijos o hacienda por Mí y por el evangelio, quedará sin recibir el ciento por uno: ahora al presente casas, hermanos, hermanas madres, hijos y hacienda, con persecuciones; y en el mundo venidero, vida eterna” (Marcos 10, 29-30)
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“Llamando a la gente a la vez que a sus discípulos, Jesús les dijo: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame»” (Marcos 8, 34)
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“Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará” (Marcos 8, 35) “Y los apóstoles no cesaban de enseñar y de anunciar la Buena Nueva de Cristo Jesús cada día en el Templo y por las casas” (Hechos 5, 42)
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“Pues, ¿de qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si arruina su vida? Pues, ¿qué puede dar el hombre a cambio de su vida?” (Marcos 8, 36-37)
III – Somos luz, somos sal, anunciando a Cristo Luz
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“Las entrañas de misericordia de nuestro Dios, harán que nos visite una Luz de la altura, a fin de iluminar a los que habitaban en tinieblas y sombras de muerte, y guiar nuestros pasos por el camino de la paz” (Lucas 1, 78-79)
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“En el Verbo estaba la vida, y la Vida era la Luz de los hombres, y la luz brilló en las tinieblas, y las tinieblas no la vencieron. El Verbo es la luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene a este mundo” (Juan 1, 4-5.9)
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“Jesús les dijo: «Yo soy la Luz del mundo; el que me siga no caminará en la oscuridad, sino que tendrá la luz de la vida»” (Juan 8, 12)
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“Dios es Luz, en Él no hay tiniebla alguna. Si caminamos en la luz, como Él mismo está en la luz, estamos en comunión unos con otros, y la sangre de su Hijo Jesús nos purifica de todo pecado” (1 Juan 1, 5b.7)
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“Todos nosotros, con el rostro descubierto, reflejamos como en un espejo la gloria del Señor” (2 Corintios 3, 18a) “Ahora son luz en el Señor. Vivan como hijos de la luz.” (Efesios 5, 8b)
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“Nadie enciende una lámpara y la pone en un sitio oculto, ni bajo una vasija de medida, sino sobre el candelero, para que los que entren vean el resplandor. Mira, pues, que la luz que hay en ti no sea oscuridad” (Lucas 11, 33.35)
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“Ustedes son la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad situada en la cima de un monte. Brille así su luz delante de los hombres, para que vean sus buenas obras y glorifiquen a su Padre que está en los cielos” (Mateo 5, 14.16)
-
“Buena es la sal; pero si también la sal se desvirtúa, ¿con qué se la sazonará?” (Lucas 14, 34)
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“Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué se la salará? Ya no sirve (Mateo 5, 13)
-
“Jesús les dijo: «Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Vayan, pues, y hagan discípulos a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. He aquí que Yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin del mundo»” (Mateo 28, 18-20)
IV – Jesús nos envía con poder a hacer signos mayores que los que Él hizo
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“Jesús, convocando a los Doce, les dio autoridad y poder sobre todos los demonios, y para curar enfermedades; y los envió a proclamar el Reino de Dios y a curar” (Lucas 9, 1-2)
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“Después designó el Señor a otros 72, y los envió de dos en dos delante de sí, a todas las ciudades y sitios a donde Él había de ir” (Lucas 10, 1)
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“En la casa en la que entren, digan primero: «Paz a esta casa». Y si hubiera allí un hijo de paz, su paz reposará sobre él; si no, se volverá a ustedes” (Lucas 10, 5-6)
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“Curen los enfermos que haya en la ciudad, y díganles: «El Reino de Dios está cerca de ustedes»” (Lucas 10, 9)
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“Regresaron los 72 alegres, diciendo: «Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre». (Lucas 10, 17). “Cuando Jesús entró en la casa, [los discípulos] le preguntaron: «¿Por qué nosotros no pudimos expulsar [ese espíritu inmundo]?». Jesús les dijo: «Esta clase con nada puede ser arrojada sino con la oración [y el ayuno]»” (Marcos 9, 28-29)
-
“Él les dijo: «Miren, les he dado el poder de pisar sobre serpientes y escorpiones, y sobre todo poder del enemigo, y nada les podrá hacer daño; pero no se alegren de que los espíritus se les sometan; alégrense de que sus nombres estén escritos en los cielos»” (Lucas 10, 19-20)
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“Tengan fe en Dios. Yo les aseguro que quien diga a este monte: «Quítate y arrójate al mar» y no vacile en su corazón sino que crea que va a suceder lo que dice, lo obtendrá. Por eso les digo: todo lo que pidan en la oración, crean que ya lo han recibido, y lo obtendrán” (Marcos 11, 23-24)
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“Pedro fijó en [el tullido] la mirada juntamente con Juan, y le dijo: «Míranos. No tengo plata ni oro; pero lo que tengo, te lo doy: en nombre de Jesucristo, el Nazareno, ponte a andar». Y tomándolo de la mano derecha lo levantó. Al instante cobraron fuerza sus pies y tobillos, y de un salto se puso de pie y caminaba. Entró con ellos en el Templo andando, saltando y alabando a Dios” (Hechos 3, 4.6-8)
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“En verdad, en verdad les digo: el que crea en Mí, hará él también las obras que yo hago, y hará obras mayores aún” (Juan 14, 12a)
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“Incluso sacaban los enfermos a las plazas y los colocaban en lechos y camillas para que, al pasar Pedro, siquiera su sombra cubriese a alguno de ellos. También acudía la multitud de las ciudades vecinas a Jerusalén trayendo enfermos y atormentados por espíritus inmundos; y todos eran curados” (Hechos 5, 15-16)
V – Bienaventuranzas
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“Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos” (Mateo 5, 3)
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“Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán en herencia la tierra” (Mateo 5, 4)
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“Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados” (Mateo 5, 5). “Al que te hiera en una mejilla, preséntale también la otra” (Lucas 6, 29a)
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“Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos serán saciados” (Mateo 5, 6)
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“Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia” (Mateo 5, 7)
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“Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios” (Mateo 5, 8)
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“Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios” (Mateo 5, 9)
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“Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos” (Mateo 5, 10). “Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los odien, bendigan a los que los maldicen, rueguen por los que los difaman” (Lucas 6, 27b-28)
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“Bienaventurados serán cuando los injurien, y los persigan y digan con mentira toda clase de mal contra ustedes por mi causa. Alégrense y regocíjense, porque su recompensa será grande en los cielos” (Mateo 5, 11-12a) “Los apóstoles se marcharon de la presencia del Sanedrín contentos por haber sido considerados dignos de sufrir ultrajes por el Nombre” (Hechos 5, 41)
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“Si el mundo los odia, sepan que a mí me ha odiado antes que a ustedes. Si a mí me han perseguido, también los perseguirán a ustedes; si han guardado mi Palabra, también guardarán la de ustedes” (Juan 15, 18.20b). “En el mundo tendrán tribulación, pero ¡ánimo!, Yo he vencido al mundo” (Juan 16, 33b)
I - Todo el cosmos encuentra su consistencia en Cristo
Él existe desde el principio, todo fue creado por Él y para Él, y Él llena todo el universo
-
"En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios" (Juan 1, 1)
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"Todas las cosas fueron hechas por Él; nada se hizo sin Él. En Él estaba la vida, y esa vida era la luz de toda la humanidad. La luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no prevalecen contra ella" (Juan 1, 3-5)
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Yo soy el Alfa y el Omega, dice el Señor [Jesucristo], Aquél que es, que era y que va a venir, el Todopoderoso. (Apoc 1, 8)
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En Cristo fueron creadas todas las cosas, en los cielos y en la tierra, las visibles y las invisibles... todo fue creado por Él y para Él; Él existe con anterioridad a todo y todo [el cosmos] tiene en Él su consistencia (Col 1, 16-17). Nosotros somos creación suya: fuimos creados en Cristo Jesús (Ef 2,10a).
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"Cristo subió por encima de todos los cielos, para llenar el universo" (Ef 4, 10) “[Es] Aquél por quien es todo, y para quien es todo, lleva muchos hijos a la gloria” (Heb 2, 10b)
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"Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre" (Heb 13, 8)
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Soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por Mí. Si me conocen a mí, conocerán también a mi Padre; ya ahora lo conocen y lo han visto. (Jn 14, 6-7)
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...[éste es] el benévolo designio que [el Padre] propuso de antemano, para realizarlo en la plenitud de los tiempos: hacer que todo tenga a Cristo por cabeza, lo que está en los cielos y lo que está en la tierra. (Ef 1, 9b-10)
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Bajo los pies [de Cristo] sometió todas las cosas, y lo constituyó Cabeza suprema de la Iglesia, que es su Cuerpo, la Plenitud del que lo llena todo en todo. (Ef 1, 22-23) “Dios lo exaltó y le otorgó el Nombre que está sobre todo nombre, en los cielos, en la tierra y en los abismos” (Fil 2, 9.10b)
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El Padre instituyó a su Hijo heredero de todo, por Él hizo los mundos; Él, siendo resplandor de su gloria e impronta de su sustancia, y el que sostiene todo con su palabra poderosa, después de llevar a cabo la purificación de los pecados, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas” (Heb 1, 2b-3)
II - El Amor creó y mueve el Cosmos, es su norma en el fin de los tiempos, y seguirá en el Cosmos definitivo
Dios es amor, y nos hace uno. "Si juzgas a la gente, no tienes tiempo para amarla" (Madre Teresa)
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Tanto amó Dios al mundo que entregó a su propio Hijo para salvarnos (Juan 3, 16)
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Han sido comprados, ¡y qué alto precio ha pagado Dios por ustedes! Por lo tanto, glorifíquenlo con su cuerpo (1 Cor 6, 20) “Ama a tus enemigos, haz bien a los que te aborrecen, bendice a los que te maldicen, ora por los que te calumnian” (Lc 6, 27ss)
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"Dios es amor, y quien permanece en el amor, permanece en Dios, y Dios en él" (1 Jn 4, 16b). "Estén siempre alegres, oren constantemente, den gracias en toda circunstancia" (1 Tes 5, 16-17)
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Les doy un mandamiento nuevo: que se amen los unos a los otros. Que, como Yo los he amado, así se amen también ustedes los unos a los otros. En esto todos conocerán que son discípulos míos: si se aman los unos a los otros. (Jn 13, 34-35)
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¿Acaso olvida una mujer a su niño de pecho, sin compadecerse el hijo de sus entrañas? Pues aunque una madre llegase a olvidar, Yo no te olvido. Míralo, en las palmas de mis manos te tengo tatuada. (Is 49, 15-16a)
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Todos ustedes son hijos de la luz e hijos del día. (1 Tes 5,5a) Ustedes son la luz del mundo. Brille [sobre todos] su luz delante de los hombres, para que vean sus buenas obras y glorifiquen a su Padre que está en los cielos. (Mt 5, 14a.16). Ahora son luz en el Señor. Vivan como hijos de la luz. (Ef 5,8b)
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El Rey dirá a los que están a su derecha: vengan, benditos de mi Padre, reciban la herencia del Reino preparado para ustedes desde la creación del universo. Porque tuve hambre, y me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; estaba de paso, y me recibieron; estaba desnudo, y me vistieron; enfermo y en la cárcel, y vinieron a verme. Cuando lo hicieron a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicieron. (Mt 25, 34-36.40b).
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El amor es paciente; el amor no se enoja; el amor soporta y justifica todo. (1 Cor 13, 4.5.7). En las ciudades donde entren y sean recibidos, coman lo que les sirvan; curen a sus enfermos y digan a la gente; "El Reino de Dios está cerca de ustedes" (Lc 10, 8-9)
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¿Por qué juzgas a tu hermano? ¿Por qué desprecias a tu hermano? (Rom 14, 10a) No juzguen, y no serán juzgados (Mt 7, 1). Hagan todo sin murmuraciones ni discusiones (Fil 2, 14)
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El amor nunca pasará. Las profecías perderán su razón de ser, callarán las lenguas y ya no servirá el saber más elevado. Cuando llegue lo perfecto, lo que es limitado desaparecerá. Ahora son válidas la fe, la esperanza y el amor; las tres, pero la mayor de esas tres es el amor. (1 Cor 13, 8.10.13).
III - La Trinidad de los múltiples Cosmos habita en quien ama a Dios
Lo plenifica, lo humaniza, lo cristifica; sumergido en el medio divino, lo hace dar grandes frutos
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Ustedes conocen [al Espíritu de la verdad], porque habita en ustedes. Si alguno me ama, guardará mi Palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él, y habitaremos en él. (Jn 14, 17b.23)
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Mira que estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y me abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo (Apoc 3, 20)
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El Reino de Dios está dentro de ustedes. (Lc 17, 21b). Acercándose a Cristo, piedra viva, desechada por los hombres, pero elegida, preciosa ante Dios, también ustedes, como piedras vivas, entren en la construcción de un edificio espiritual, para un sacerdocio santo (1 Pe 2, 4-5)
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Yo soy la Vid, ustedes los sarmientos. El que permanece en Mí, y Yo en él, ése dará mucho fruto, porque separados de mí no pueden hacer nada. Si permanecen en mí, y mis palabras en ustedes, pidan lo que quieran, y lo conseguirán. (Jn 15, 5.7)
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Ya no vivo Yo, sino que es Cristo quien vive en mí; la vida que vivo en el presente en la carne, la vivo en la fe del Hijo de Dios que me amó y se entregó a sí mismo por mí. (Gál 2, 20)
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"Ninguno de nosotros vive para sí mismo, como tampoco muere nadie para sí mismo. Si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así que, ya vivamos, ya muramos, del Señor somos" (Rom 14, 7-8)
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"Dios creó... todo el linaje humano... con el fin de que buscasen la divinidad...; por más que no se encuentra lejos de cada uno de nosotros; pues en Él vivimos, nos movemos y existimos" (Hech 17, 26a.27-28a)
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Hay un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, lo penetra todo y está en todos (Ef 4,6). "Dios es quien obra en ustedes el querer y el obrar" (Fil 2, 13)
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"Que Cristo habite por la fe en sus corazones, para que, arraigados y cimentados en el amor, puedan comprender con todos los santos cuál es la anchura y la longitud, la altura y la profundidad, y conocer el amor de Cristo, que supera todo conocimiento, para que se vayan llenando hasta la total Plenitud de Dios." (Ef 3, 17-19)
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Hijitos míos, por ustedes sufro... hasta ver a Cristo formado en ustedes (Gal 4, 19) revestidos de Cristo (Gal 3, 27) hasta poder decir "para mí la vida es Cristo" (Filip 1, 21)
IV - La autorrealización está en ser Cristo, en la unidad con Dios y el Cosmos: Teosis y Análipsis
[El Padre] nos ha elegido en Cristo antes de la fundación del cosmos, para ser santos e inmaculados en su Presencia, en el amor; eligiéndonos desde siempre para ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo (Ef 1, 4-5a). “El Hijo de Dios, con su encarnación, se ha unido, en cierto modo, con todo hombre. (…) El hombre cristiano, conformado con la imagen del Hijo, (...) recibe «las primicias del Espíritu» (Rom 8, 23) (…) Por medio de este Espíritu, que es «prenda de la herencia» (Ef 1, 14), se restaura internamente todo el hombre hasta que llegue «la redención del cuerpo» (Rom 8, 23).” (Gaudium et Spes n. 22)
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[El Padre], a los que conoció de antemano, los predestinó a reproducir la imagen de su Hijo, para que Él fuera el primogénito entre muchos hermanos. (Rom 8, 29)
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De [el Padre] les viene el don de estar en Cristo Jesús, a quien Dios hizo para nosotros sabiduría divina, justicia, santificación y redención. (1 Cor 1, 30)
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"Todo don bueno y perfecto viene de Dios, el Padre de la Luz" (Sant 1, 17). Despójense del hombre viejo con sus obras, y revístanse del hombre nuevo, que se va renovando hasta alcanzar un conocimiento [íntimo y experiencial] perfecto, según la imagen de su Creador (Col 3,9b-10).
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"El que se une al Señor, se hace un solo espíritu con él." (1 Cor 6, 17)
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"Como Tú, Padre, en Mí y Yo en Ti, que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que Tú me has enviado" (Jn 17, 21).
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"Yo les he dado la gloria que Tú me diste, para que sean uno como nosotros somos uno: Yo en ellos y Tú en Mí, para que sean perfectamente uno" (Jn 17, 22-23a)
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"...hasta que lleguemos todos a la unidad de la fe y del conocimiento íntimo del Hijo de Dios, al estado de hombre perfecto, a la plena madurez de Cristo. Crezcamos en todo hasta Aquél que es la Cabeza, Cristo" (Ef 4, 13.15)
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Todos nosotros, que con el rostro descubierto reflejamos como en un espejo la gloria de Dios, nos vamos transformando en esa misma imagen cada vez más gloriosos: así es como actúa el Señor, que es Espíritu (2 Cor 3,18).
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Todos son hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús. Todos los bautizados en Cristo, se han revestido de Cristo [...] todos ustedes son uno en Cristo Jesús (Gal 3,26-28).
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Miren qué amor nos ha tenido el Padre, para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos!. El mundo no nos conoce porque no lo conoció a Él. Queridos, ahora somos hijos de Dios y todavía no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando se manifieste, seremos semejantes a Él, porque lo veremos tal cual es (1 Jn 3,1-2).
V - Todo lo que pasa en el Cosmos está ordenado por la Providencia para mayor bien
"No te quejes. Eso demuestra un descontento con la voluntad de Dios en el momento presente. Eso también es prueba de impaciencia" (San Martín de Porres)
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"No se preocupen por el mañana, que el mañana se preocupará por sí mismo" (Mt 6, 34). Quiero que estén libres de cualquier ansiedad (1 Cor 7, 32).
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"No se inquieten por nada; antes bien, en toda ocasión, presenten a Dios sus peticiones, mediante la oración y la súplica, acompañadas de la acción de gracias. Y la paz de Dios, que supera todo conocimiento, custodiará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús." (Fil 4, 6-7)
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"Las envidias y los enojos acortan la vida, y las preocupaciones envejecen prematuramente" (Si=Eclo 30, 24)
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"Dios hace que todo sirva para mayor bien de los que lo aman" (Rom 8, 28)
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“Si Dios no construye la casa, de gusto se afanan los constructores. Él colma a su amado mientras duerme” (Sal 127, 1b.2b)
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“¿Quién de ustedes puede, por más que se preocupe, agregar un solo día a su vida? ¿Por qué se preocupan? Miren los lirios del campo... no se cansan, ni tejen. Pero Yo les digo que ni Salomón, en toda su gloria, se vistió como uno de ellos. Busquen primero el Reino de Cristo y su justicia, y todo lo demás se les dará por añadidura" (Mt 6, 27-28-29.33)
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Dios es mi luz y mi salvación, ¿a quién voy a tener miedo? Aunque acampe contra mí un ejército, mi corazón no tiene miedo; aunque estalle una guerra contra mí, estoy seguro. (Sal 27, 1a.3). "Hasta los cabellos de su cabeza están todos contados. No tengan miedo" (Lc 12, 7)
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"Mi Dios suministrará cada necesidad de ustedes de acuerdo a las riquezas de la gloria en Cristo Jesús" (Fil 4, 19)
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"En esto está la confianza que tenemos en él: en que si le pedimos algo según su voluntad, nos escucha.(1 Jn 5,14). Confía en el Señor con todo tu corazón (Prov 3, 5)
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Desnudo salí del seno de mi madre, desnudo volveré. Dios dio, Dios quitó, ¡bendito y alabado sea el nombre del Señor! (Job 1, 21) Hágase en mí según su palabra (Lc 1, 38)